lunes, 11 de junio de 2012

Cerca de 15.000 vallisoletanos viven en la pobreza

Cáritas Valladolid destinó 2.159.873,43 euros a los programas que desarrolla la entidad para atender las realidades de pobreza, en total, atendió a cerca de 13.000 personas en la ciudad y la provincia, mil más que el último ejercicio, y ha destinado casi un millón de euros a labores vinculados al empleo y la economía social y a las personas sin hogar, según explicó el director de Cáritas Valladolid, Jesús García Gallo, en la presentación del informe.

Este colectivo de personas sin hogar, conformado por cerca de 2.000 personas –la cifra va en aumento–, cuyo aumento se registra también en la mayor demanda ante las ofertas de empleo y cada vez con mayor prevalencia de los nacionales, se suma al de las personas sin techo, cerca de 35, y los «pobres, pobres, pobres», según García Gallo, un tres por ciento de la población, con la que Cáritas trabaja en los albergues y comedores sociales. Son en torno a 15.000 personas en la provincia (de los que 12.000 se encuentran en la ciudad), los que se encuentran en esta situación. «Se trata de la marginalidad pura y dura, la gente que lo pasa mal y vive con 300 euros al mes, que carecen de pensiones o tienen pensiones no contributivas, que cobran el paro de prolongación, de incapacidad...», subrayó Gallo.

El trabajo de Cáritas se ha incrementado desde el comienzo de la crisis, como consecuencia de las elevadas tasas de paro, la dificultad de mantenerlo y de encontrar un empleo, sobre todo en las personas próximas a la edad de jubilación, y ante la imposibilidad de hacer frente al pago de la hipoteca.
Respecto a los recursos obtenidos, 2.358.735 euros, la mayor partida (417.406 euros) proceden de donativos; 323.412 de campañas; 236.711 de colectas; 183.010 de donativos en especie y 163.153 de cuotas de socios a los que se suman 713.623 euros de subvenciones oficiales y 115.172 de no oficiales.
La colaboración de las Administraciones públicas y de la Obra Social de varias entidades, las generosas donaciones de muchas personas y las colectas de las comunidades cristianas han permitido hacer frente a las diferentes necesidades de aquellos que han acudido a esta entidad de la Iglesia diocesana en búsqueda de apoyo para afrontar las dificultades sociales en que se encuentran.

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